domingo, 9 de enero de 2011

Balada (triste) de trompeta

Vuelta a Segovia para comenzar la mejor época del año: la resaca post-navideña, más el estrés de los exámenes y sumado a la previsible cuesta de enero.


No se que tienen los días de navidad que no das palo al agua, y no se si eso viene bien para desconectar y cargar pilas, o viene mal porque ahora estás desentrenado para sentarte y echar codos. Sea como sea, no queda más remedio que ponerse a ello, aunque es muy posible que cuando me siente en la mesa empiece a pensar en los viajes que tengo que hacer este año: después de examenes, con los amigos a algún lado, quizás tirando a Francia. Me gustaría ver París pero veo difícil llegar hasta allí. También tengo pendiente Berlín e ir a visitar a una prima a Budapest que anda haciendo el famoso orgasmus erasmus, sin olvidarme de Valencia y Alicante donde andan los californianos. Y yendo un poco más lejos, Guatemala (si mi hermana encuentra algo interesante) y Australia.


Pero lo que toca ahora es mentalizarse para las fechas que vienen. Hace poco fui al cine a ver Balada triste de trompeta y aparecía el mítico Raphael en una escena en la que el protagonista se estaba volviendo loco. Espero que los exámenes no lleven a la locura, pero como banda sonora no viene nada mal.



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