martes, 14 de febrero de 2012

2º día antes de la mudanza: Proyectos circustanciales

Pido disculpas previas, pero esta noche me ha dado por la filosofía. Y es que decía uno de los españoles más sabios (o dos españoles, para los que se confundían con el apellido), aquello de "Yo soy yo y mi circustancia". Intentaré abreviar con estos temas ya que si algo hemos aprendido de Telecinco es que la filosofía no sale rentable en este mundo.

Según Ortega y Gasset, el objetivo de la vida era encontrar el Ser Definitivo, y para ello había que deshacerse de "lo dado". Después, vendríamos a hablar de la conciencia, el sentido de la vida y demás temas que vendrían en el tercer capitulo del libro "Iniciación a la somnolencia", pero quiero centrarme en lo primero que es lo que me llamó la atención esta noche mirando la Wikipedia (¿existe algún plan mejor que leer sobre filosofía un miercoles por la noche? lo dudo).

Una de las quejas más típicas de los alumnos son lo excesivamente teóricas que son las clases, dejando la práctica en un lugar secundario. En Publicidad no hay más que ver lo rápido que desaparecen las plazas en asignaturas como Realización o Producción, mientras que otras tan magníficas como Estadística Descriptiva Aplicada, quedaban sin completar.

Y supongo que algo de esto debió pensar alguna de las promociones que nos precedió hace ya más de una decada con la creación de La Noche de la Publicidad, hoy digievolucionada a Publicatessen. Y puedo asegurar que esto fue lo que pensó un grupo de mi promoción con la creación de Emisión Mahonita.

Si traducimos "lo dado" por la enseñanza teórica recibida, y el "Ser Definitivo" por el superprofesional del futuro en que algún día nos convertiremos (y que ojalá esté bien pagado), en el medio están todas las circustancias de las que nos rodeamos y que nos llevan de una orilla hacia otra. Aunque a veces, más que una orilla, pensemos que vamos hacia una Isla Negra.

Los proyectos en los que colaboras y trabajas son todas estas circustancias que, sin darte cuenta, van cambiando tu forma de ser. Tú piensas que son cosas esporádicas y temporales, desde un pequeño trabajo que te sale hasta realizar un programa audiovisual u organizar un festival, desde el elaborar un pequeño trucho, un vídeo con los amigos o una sesión de fotos, hasta organizar un viaje con los amigos a Cuba.

Parece que el tiempo pasa rapidamente y tú vas de flor en flor, recorriendo mundo, cambiando de ciudad, de trabajo, de responsabilidades... Hasta que de pronto, un día estás junto a tus nietos, reunidos un domingo de invierno en la casa del pueblo junto a la chimenea contándoles todo lo que hiciste cuando eras joven.  Y entonces te das cuenta de que, en realidad, no has sido ese superprofesional del futuro que querías ser, sino que, al final, tú has sido tú y tus circustancias.

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